jueves, 27 de diciembre de 2012

COTIDIANO

"Nosotros dos"
Óleo sobre tela
100 x 70 cm.
2012


 De la serie "Conversaciones"
 Fotos por Mariel Toso

"Nosotras dos"
Óleo sobre chapadur
60 x 80 cm.



"Un instante"
Óleo sobre chapadur
50 x 70 cm.


"Conversación"
Óleo sobre chapadur
60 x 50 cm.


"La espera"
Óleo sobre chapadur
60 x 50 cm.



"Juan y Agustín"
Óleo sobre chapadur
100 x 70 cm
"Vale"
Óleo sobre chapadur50 x 70 cm


















"Conversación y desayuno"
Óleo sobre chapadur
60 x 80 cm









"Goteras"
Técnica mixta sobre chapadur
50 x 70 cm.



"Miguel"
Técnica mixta sobre fibrofacil
50 x 70 cm.


"Doña Clara"
Técnica mixta sobre fibrofacil
100 x 70 cm.





 De la serie "Habitado"
 Fotos por Mariel Toso




"Dos durmiendo"
Óleo sobre chapadur
50 x 70 cm.






"Superpuestas"
Óleo sobre chapadur
120 x 70 cm

"Cama para todos"
Técnica mixta sobre tela



"Merienda"
Óleo sobre tela
100 x 70 cm


"Las bondades de la lluvia personal"
Óleo sobre chapadur
100 x 120 cm.




viernes, 23 de marzo de 2012

Tributo

Obra realizada junto a Silvia Canteros para un corto realizado por el Laboratorio de Audiovisuales de la Universidad Pedagógica, sobre el tema "Desaparición forzada de personas".







Proceso de la obra



















Yo quiero ser llorando el hortelano 
de la tierra que ocupas y estercolas, 
compañero del alma tan temprano. 
Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumentos, 
a las desalentadas amapolas 
daré tu corazón por alimento. 
Tanto dolor se agrupa en mi costado, 
que por doler, me duele hasta el aliento.
Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida, 
un empujón brutal te ha derribado. 
No hay extensión mas grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos 
y siento más tu muerte que mi vida. 
Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo 
voy de mi corazón a mis asuntos. 
Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.
No perdono a la muerte enamorada, 
no perdono a la vida desatenta, 
no perdono a la tierra ni a la nada.
 En mis manos levanto una tormenta 
de piedras, rayos y hachas estridentes, 
sedientas de catástrofes y hambrienta.
Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte 
a dentelladas secas y calientes.
Quiero minar la tierra hasta encontrarte 
y besarte la noble calavera
 y desamordazarte y regresarte.
Y volverás a mi huerto y a mi higuera
por los altos andamios de las flores 
pajareará tu alma colmenera 
de angelicales ceras y labores.
 Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.
Alegrarás la sombra de mis cejas
y tu sangre se irá a cada lado 
disputando tu novia y las abejas. 
Tu corazón ya terciopelo ajado,
 llama a un campo de almendras
 espumosas mi avariciosa voz de enamorado.
A las aladas almas de las rosas 
de almendro de natas te requiero, 
que tenemos que hablar de muchas cosas
compañero del alma, compañero.
                                                         
 "Elegía a la muerte de Ramón Sijé", Miguel Hernandez                                                                                                                                                     


30.000 desaparecidos PRESENTES!
Ni olvido ni perdón, juicio y castigo.